Hijo de padre taxista, Alexander McQueen (de 26 años) tuvo la suerte de estudiar en la Saint Martins School of Design en London.
Alexander se respaldó de pocos artistas que siguieron su estilo y de la poca pero fiel clientela que lo "bancaba". Tras crear su propia marca, McQueen comenzó a hacerse conocido en los tabloides británicos gracias a unos diseños rompedores respaldados por gente conocida en el mundo de la moda como la estilista Isabella Blow.
En octubre de 1996, McQueen ganó el premio al mejor diseñador del año (Best British Designer of the Year). Unos días más tarde fue nombrado sucesor de John Galliano al frente del equipo de diseño de la casa Givenchy, gracias a su “brillante creatividad y maestría técnica”.
Gracias a que la firma Gucci compró su marca, pudo desvincularse de Givenchy y de todas las demas marcas para poder así utilizar toda su creatividad en la suya.
Su imagen de “enfant terrible”, junto con su creatividad y maestría en el corte, le han convertido en uno de los más grandes y polémicos diseñadores de la historia de la moda.
Por muy oscuros que sean sus diseños, siempe poseen una feminidad por la que se han dejado seducir desde Madonna hasta la actual duquesa de Westminster. La influencia de cortes angulares y agresivos que le generaron Dior y Thierry Muglier lo llevaron a encabezarse como uno de los mejores diseñadores de Inglaterra y el mundo.
Todos conocemos su prenda mas it que se impuso alrededor de todo el mundo, el panuelo de las calaberas, "Skull Scarf"
Al haber abierto su nueva tienda en Los Angeles, el diseñador aclaró que NO QUIERE QUE CELEBRIDADES BARATAS COMO PARIS HILTON VALLAN A SU LOCAL. McQueen fue contundente con sus dichos, y esto desato bronca en varias personas pero el es así. Rebelde, distinto, con creatividad a veces oscura pero en realidad atrapante y original. Cortes hermosos, siluetas raras y no siempre tan perfectas ni tan femeninas. Excelencia. Nunca demodé.
El niño rebelde de la moda tiene nombre: Alexander McQueen.
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